jueves, enero 30, 2014

Marcando París


Siempre que hablamos de una ciudad, la asociamos a algo, arquitectura, calles, monumentos,olores, colores, sensaciones...

Creíamos, yo por lo menos, que eso era algo arbitrario,

pero la realidad es que no.

La realidad es que todo eso con lo que asociamos un lugar, está pensado y diseñado, y se llama Marca-ciudad.

La marca de una ciudad es la postal mental y memorable de la ciudad para el visitante y para el residente. Unifica la comunicación y eleva la autoestima de los ciudadanos. Crea valores en el mensaje del Gobierno. 

Cuando no hay una marca de ciudad fuerte cada visitante construye un imaginario de postales a base de anécdotas que le cuentan, de textos y fotografías, de contenidos de Internet: comentarios, videos,… que pueden ser ... pues lo que no es.

La marca nace de escuchar las necesidades de la sociedad y del Gobierno.  

Hace más humana la administración local.
La marca es afectiva y efectiva. Es global, abierta, relacional, transparente y vigorosa. Moviliza mentes y actitudes a favor de los valores cívicos y hace cómplices a los ciudadanos. 
Renueva los nuevos retos de la sociedad. Ofrece liderazgo al Gobierno local.
" Una marca buena es para siempre ".


Una marca es da respuesta a todas éstas interrogaciones que se abren ; 
¿Cómo pensamos y vemos nosotros las ciudades donde nacimos o que hemos visitado o visto por fotos, cine o TV? ¿Qué es lo que las identifican y las hacen únicas y diferentes de otras? ¿Cuál es el valor que aporta su imagen? ¿New York? ¿Tokio? ¿Buenos Aires? ¿Sao Paulo? ¿Londres? ¿París?...


Cada ciudad a través de su movimiento incesante, su arquitectura, su gente, los escaparates, su cultura, su historia, su lengua, su equipo favorito, sus aromas, sus películas... sus señas particulares, nos muestra su identidad. 
Si se nos queda grabado, como antes hemos dicho, es buena y es marca ,única.




Pero centrémonos en Paris...

es pensarlo e irnos al slogan “La ciudad de la Luz”, la torre Eiffel, la revolución, el idioma francés,y los franceses, la baguette, los cafetos. 
Las callecitas, la moda, la elegancia,y Amélie, las farolas y todo eso mientras suena la música de La vie en rose de Edith Piaf y así es como yo,y muchos más que retienen esa imagen,lo vemos. 




Cada uno tiene una experiencia distinta con París y en mi caso cuando sobrevolé una vez esta ciudad, pude ver desde lo alto los tejados, y me dije, Mon Dieu! Los Aristogatos! quizás la gente de Disney retuvo esa imagen de los tejados y la trasladó a la película.




¡Y es cierto! París es una ciudad que aparte de toooodo lo que vemos de París, la nostalgia brota en cada esquina y escaparate como parte de su personalidad. 
Oh Paris, París!



La marca Paris es el Louvre, sus mercadillos, ese olor a madera usada, la textura de pintura desgastada, pero aún así preciosa.

Es la ciudad del Amor, las cenas en mesitas de dos con vela en la mesa, los cafés en Patisseries con mesas de hierro negro, son árboles, paseos, jardínes... Versalles y sus habitaciones, sus telas, su sutilidad para todo.



París es elegante, es señorial, es educación y buen gusto.
Y esto es así para todos, por que la marca de París está definida a la perfección.

Y ésta no es solo lo físicamente tangible sino el recuerdo que se nos queda una vez nos vamos de allí, esas pequeñas cosas que hacen de una ciudad LA ciudad acompañada de EL adjetivo.





Ahí lo dejo.. Para el que no haya ido, aquí un poquito de esa ciudad que no son solo palabras, sino muchas muchas muchas más cosas.




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